Érase otra vez (diarios, V)

Ha pasado todo casi como vaticiné. Casi. Diciembre casi ha acabado, queda, ya sabéis, lo mejor por venir. O eso decían. Decía. Dije.

El tramo entre lo que es y lo que puede ser es siempre doloroso. Los casi, los diez últimos días de la década. Mi rincón del cielo ya no es rincón, ni es cielo ni está en orden. Los restos del temporal, supongo. Me estoy haciendo preguntas enormes, demasiado grandes para lo relativo que todo resulta ser siempre. Quiero decir, después de las campanadas solo será medianoche de otro día. Pero nací el 1 de enero, no podíais esperar de mí otra cosa sino grandes gestos. Ya sabéis: confeti, destellos, salir corriendo en el último momento.

Dice Sara Bareilles, a quien R, siempre certera, me ha presentado, decidí que no había nada bueno en morir, así que seguí conduciendo (...) Me vi a mí misma en noches de verano. Hay muchas cosas que no, pero muchas otras cosas que sí. Y eso es algo.

Comienza la cuenta atrás. Y hey, this is the end of a decade but the start of an age...