November flush and your flannel cure (diarios, CXXII)
- M
- 3 nov
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Actualizado: hace 13 horas
Menos diagramas con sentido, hoy pienso muchas cosas. Pienso, por ejemplo, que el dolor nunca fue para siempre.
Podría decir que no me viene a la mente de inmediato su presencia, pero es inevitable (y bienvenida). Veíamos Jojo Rabbit y yo aún no sabía que «no feeling is final» sería lo único que le daría sentido a 2022.
He estado perdida tantas veces. Hace un noviembre estaba a punto de pedirme la mano, y yo sin saberlo. Hace un noviembre no estaba prometida, ni sabía qué mierdas era el Euríbor y por qué es tan importante. Tampoco sabía que haber sido la pesada del punto y coma en Filología se me volvería en contra ahora después de las líneas de código. Cómo no voy a admitir estar perdida si empecé este blog en el aula de cultura de Hispánicas, chica.
Todo esto es por recordarme que la vida es un poco hija de perra y una nunca sabe cómo acaba el año que empieza. Y aunque ahora mismo a ratos pienso en por qué demonios tengo tan a menudo la feísima costumbre de complicarme siempre tanto la vida, pelaba una mandarina hace un rato en el escritorio del trabajo y pensaba mientras me miraba las uñas: todo estará bien. No saldrá bien. No saldrá como lo planeamos. Pero estará bien. Estaremos bien.
Siempre que suene Evermore, haya alguna infusión a mano y al otro lado de la mía siempre encuentre la tuya, estaremos bien. Cómo no iba a dar un miedo de la hostia si por primera vez siento que tengo algo que perder de verdad. Que o tú o la pena y la nada.
Ni siquiera encuentro del todo hoy las palabras, pero me he releído un poco en este blog y me ha puesto triste ver qué poco escribí este año. Así que si voy a redefinirme, como parece, que esto conste en los planos de la nueva versión. Otra vez.
Otro día lo intento mejor.
Atentamente,
María





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