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BITCH (diarios, LI)

  • Foto del escritor: M
    M
  • 24 abr 2021
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 26 abr 2021

Si miro hacia atrás puedo ver perfectamente la cantidad de dobles mortales en el aire que he hecho alguna vez sin despeinarme. Antes de tener una voz cruel en mi cabeza que me paralizara solía ser invencible. Luego permanecí agarrotada durante años.


Es curioso porque sé que una no vuelve igual tras ninguna batalla, pero hoy soy capaz de mirarme las cicatrices de otro modo. Hacía tiempo que en lugar de vergüenza no sentía cierto orgullo por todo lo que llevo sobre los hombros. No es la situación ideal, no todo va bien, las cosas no son tan fáciles y ahora, por ejemplo, sé que algunas de esas proezas que solía hacer eran posibles porque tenía asimilada la capacidad de ignorar mis emociones. Entre ese encierro a cal y canto y el verme desbordada por ellas he encontrado otra cosa, algo parecido a darse cuenta de que las puertas se cierran, por supuesto, pero también se abren. Para eso se inventaron. Si no, menuda corriente, saes.


A lo mejor este soplo de optimismo (esto es optimismo, sí, soy Capricornio, no me pidáis más) es consecuencia de los chutes de dopamina de esta semana. Pero es que he vuelto a ser capaz de exigirme como antes, antes de que la autoindulgencia y la autocompasión hiciesen de mí alguien que lloraba por no ser un tranvía, por no tener ruedas en el culo.


Apenas tengo tiempo y a veces me quedo fuera de combate en mis ratos libres. Otras, consigo hacer los dos planes indispensables para no caer en mis espirales de aislamiento. Y por ahora no me siento tambalear. Hay canciones que ya no me hacen llorar.


Me siento poner cimientos para todos mis grandes planes, y cada vez que presiono un poco más mis límites y los sobrepaso, recuerdo que soy la única que necesito que me tome en serio. Solo puedo fliparme yo, chavalada.


Por suerte, no tengo que hacerlo sola, sino que estoy rodeada de gente que se flipa conmigo. Gracias, panda de chalados. Y gracias, F, porque sé que no podríamos ser más diferentes en tantas cosas... y que de alguna forma eso te guste más de lo que podría darte ganas de girarte y coger cualquier camino más fácil.


For the hope of it all.


Atentamente, María



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