Frightday night (diarios, XLV)
- M
- 23 ene 2021
- 2 Min. de lectura
Llevo dos cervezas y acabo de ponerme una película de miedo. Últimamente estar consciente o sobria es insoportable. Pero hoy no tanto. Me las he tomado porque me apetecía y no porque no me apetecía ser yo. Es un pequeño avance, pero un avance al fin y al cabo.
¿No os fascina que los vampiros de las películas antiguas tengan la manicura perfecta?
Hoy he pensado mucho rato en todos esos viajes y todas esas cosas que ya nunca haremos en el coche. También he pensado que ahora seré yo quien conduzca y que haré otras cosas e iré a otros sitios. There is happiness after you.
Pienso poner la música más alta que nunca cuando no me quiebre por dentro y conducir 198km e ir al mar y no mandarle a nadie la foto del atardecer porque no hará falta.
Sigue lloviéndome encima cuando hablo por teléfono, lo que me recuerda que estoy viva, más que seguir respirando. Un pie en el ojo del huracán y otro quién sabe dónde, pero en otro lugar que no se le parece.
Hace muchos años, otra yo escribía que debería haber aprendido que de la tormenta no puedes salir igual, porque entonces no tendría sentido haber pasado por ella. Esa yo decía que las cicatrices son memorandos. Lo vuelvo a dejar aquí, por si en unos años, una María de 30 tampoco lo recuerda y pretende conformarse con menos que. Negarte nunca será una opción, porque nosotras robamos barcos, querida.
Sigo triste, sigo enfadada, pero alta la fe y el corazón en punto.
Soy la cínica-hija-de-puta que DV dijo. La que hará chistes sobre su padre muerto aunque incomoden al resto. La que se arrepintió del cómo pero no del qué.
That one that had a marvelous time ruining everything.
Sin ignorar coincidencias porque, ¿cuándo se está demasiado ocupado?
Sh. Estoy subiendo el volumen de la música, duela o no. Me la merezco.
So I take my time...
Atentamente, María
Pdta: R dice que te den.





Comentarios