No hace postilla esta maldita ausencia (diarios, LXXXIX)
- M
- 11 may 2022
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Se me acaban las ideas para mantener la mente distraída de la idea de escribirte; me paso las horas del día esperando que se ilumine la pantalla de metacrilato con tu nombre en ella. Estoy exhausta.
A ratos la vida se hace mínimamente soportable y tras esos instantes me sobreviene un miedo atroz: si por un momento yo no he pensado en ti, ¿te has acostumbrado ya tú a mi ausencia? 21 días son necesarios para desarrollar un hábito. Hoy hace 15 desde que me desterraste.
Ni siquiera siento el impulso de hacer cosas estúpidas. Tampoco estoy enfadada todavía. Solo finjo que no estoy paralizada. Tampoco quiero sentirme mejor, sinceramente. Solo que vuelvas. Solo eso.
Atentamente,
María





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