penínsulas (diarios, XII)

Estamos en medio de una pandemia; nos recluyen en casa y tenemos restringidas las salidas. Es marzo de 2020. Algún día, contaré esta historia...

Y esto es todo lo que voy a decir sobre la palabra con c. Intento recordarme la cantidad de días que he pasado encerrada en casa motu propio. Este último agosto, sin ir más lejos, tenía tanto pánico de la gente que llegué a encerrarme 13 días. No debería haber tanta diferencia. Sé que los motivos lo son todo, pero aun así, apago la tele y me consuelo como puedo. En estos quince días creo que podré sacar tiempo de una dichosa vez para limpiar, despejar y hacer habitable mi habitación. Y digo creo porque intento no ser exigente con lo que me impongo en este encierro. Como sea, saldremos de esta.

Escribo para no olvidar tener conciencia de que existo. Me conozco y sé desdibujarme fácilmente. No puedo dejar que ocurra.

Por lo demás...

ya iremos viendo.

Atentamente, María.