Please come back to Santo Domingo (diarios, XLIV)
- M
- 21 ene 2021
- 1 Min. de lectura
He intentado volver a donde siempre, pero ya no soy esa persona. Tampoco soy todo lo archivado en las adelfas. I haven't met the new me yet. Al menos he dejado ese poema al azar que como un mal presagio escogiste del índice. Mi poema hablaba de ser valiente.
Nunca he sido valiente.
No encuentro refugio en los libros, ni en películas, y la música me ha desterrado. Cancelo más planes de los que hago y me desdibujo. Sé que me desdibujo. Por eso vengo aquí cada día, a dejar constancia de que echo de menos.
Echar de menos tiene cosas terribles, pero también algo bueno: echar de menos no espera nada. Es solitario, yermo e inútil.
Está siendo la semana más larga de la historia de las largas semanas. Nada alivia esta tristeza pesada como la manta azul que nos abrazaba aquella última vez.
Sé que no me lees, pero escribir es un poco como echar de menos, ¿sabes?
Nadie volverá a Santo Domingo, guess you gotta be so far away.
Atentamente, María





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