Si sales de todo airosa, no desarrollas carácter (diarios, LVII)

El lunes de madrugada estaba golpeando la bandeja del horno contra la cocina, insultando mis cookies-to-be, cuando recibí cinco noes consecutivos. No he entrado en la primera convocatoria para el FP de TCAE y además tengo, como mínimo, 173 personas por delante en la lista de espera. El lunes de madrugada me eché a llorar haciendo bolitas de masa, sin muchas ganas más de llamar cabronas a mis galletas.

Apenas dormí, trabajé a duras penas, fui de aquí a allí, me hice una bola en el sofá y luego F, siempre F, me hizo salir de casa y me recolocó las agallas. Ahí, bien quietecitas, en su sitio, antes de abrazarme fuerte.

Después de cinco noes, yo solo he dicho que sí. Sí a esperar el penoso julio, sí al cruel agosto, sí a septiembre, sí a octubre. Sí a echarle ovarios si es necesario y cambiar el plan. No el sueño, el plan. Solo es un plan. El soufflé es la receta, aunque yo tenga galletas en el horno ahora también.

No me voy a perder. Ya no. Estoy hecha de otra pasta. Ya sabes, de esa de azúcar, mantequilla, huevos, harina, levadura y chocolate.

Atentamente, María