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y nos hemos quedado hablando solos (diarios, XI)

  • Foto del escritor: M
    M
  • 26 feb 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 14 mar 2020

nosotros tú que no nos conocemos (eh, papá) —Diego Vaya


Me cago en mis muertos, digo a menudo y mi madre me mira mal. Qué quieres que le haga, tampoco ha muerto tanta gente que me importe. Además, yo creo que lo que cuenta es lo que quieres decir y yo siempre pienso en mi padre.


Soy tu padre. Entenderé que me rechaces. Pero me gustaría (que) conocieses la "otra" historia.


Qué otra historia, papá. Qué coño me estás contando. A 23 días del aniversario de tu muerte leo las primeras y últimas palabras que me has dirigido nunca. Ahogo un sollozo tapándome la boca y lloro más de dos horas seguidas. Hoy voy arrastrándome con mi privación del sueño y esta tristeza perezosa que no sé llevar, como un jersey demasiado grande. He sacado fuerzas de esos impulsos míos que lo mismo me hacen cortarme el flequillo que me bajan del coche para atravesar todas las calles, subir las escaleras y contárselo a Silvia.


Le digo que probablemente no te hubiese escuchado aunque no te hubieses muerto antes de poder decidirlo. Pero la verdad es que ese probable es más un posible. O a lo mejor es solo que me he dado cuenta de que de repente se cierran las puertas y todo lo que no has dicho se te pudrirá dentro para siempre. Lo absoluto de la muerte. Si pestañeas te lo pierdes.


Ella insiste en que haga las cosas a mi manera y con mis ritmos. Me ha dicho que escriba, le he hablado de este sitio. Ha sonreído y creo que es porque le alivia que pese a que doy pasos en falso, ve que quiero salir de todo esto. Por ahora no hablamos de alta. Hablamos de sacar cosas, tirar de hilos, abrir cajones. Supongo que Helena Zurita tiene el nudo en el pelo demasiado grueso y habrá que esperar para sacar la bala.


Yo qué sé, papá. Has pasado de ser una ausencia a la que a los 17 un poema de DV enfocó, a una petición de amistad, a un mensaje.


Voy a irme a comer sola el 19 de marzo. Quizá busque una camiseta cutre de las de I <3 papá y un donut ídem. Es macabro. Ya lo sé. Pero es que esto es mío, ¿sabes? Los chistes que hago sobre ti a veces escandalizan. No me importa. Y si esto no gusta, tampoco. Mío, mío, mío. Mi dolor, mi luto, mi cinismo.


Mi puadre.


Atentamente, María.




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